Por: Ing. Marcos Vega Solano, MGA
Profesor Asociado y Director del Centro de Innovación y Emprendimiento ZAMORANO
Departamento de Administración de Agronegocios
mvega@zamorano.edu
ANTECEDENTES
La región Latinoamericana enfrenta fuertes retos en el sector lácteo. A nivel de Centro América y el Caribe es público que gracias al tratado de libre comercio firmado con Estados Unidos, se está en medio de un proceso de desarancelización en lácteos, que arrancó en enero 2016, cuando se bajó el arancel general de 65% a 58.5%. En enero 2017 se pasó de 58.5% a 52%, y se espera que a enero 2025 el arancel sea igual a 0% para la leche y derivados.
Ante esta situación, muchos especialistas han levantado su voz urgiendo por una modernización del sector. Por ejemplo, el Lic. Leiner Vargas, economista de CINPE-UNA de Costa Rica, dijo en este año que era necesario: “Mejorar hatos, pastos, cadenas de valor agregado, procesos de industrialización, de etiquetado, inocuidad, sanidad animal y vegetal, asociación entre productores para tener escalas de producción más altas, e incursionar en los mercados en donde se tenía apertura”. Este país centroamericano ha fijado una meta de pasar de 28 a 36.3 kg de leche por ha por día, lo cual es ambicioso para el esquema de producción que existe actualmente.
En el cono sur, los desafíos son de otra índole, ya que se ha internacionalizado la economía lechera principalmente en Argentina, Uruguay y Chile, al correlacionar el precio al productor con el precio internacional de los commodities lácteos, equiparándolos. No obstante, la caída de los precios internacionales en lo que va del año 2017 ha tenido algún impacto porque la estructura de costos no aguanta los niveles de precios que se han dado. Para demostrar esto se puede revisar el índice de precios de productos lácteos de la FAO, que en su reporte de abril de 2017 señaló que en ese mes el mismo bajó un 3.3% con respecto al del mes anterior, pasando de 189.8 a 183.6.
A continuación se aprecian una serie de cuadros del USDA que muestran para las primeras semanas del año la caída en los precios internacionales de los principales commodities lácteos, corroborando la fuente de la FAO.
Finalmente, la base de datos del IFCN Dairy muestra la misma tendencia para el 2017, se puede observar además del cuadro un gráfico de los datos desplegados.
EL RETO
Este artículo plantea como problema a revisar la falta de investigación en la región Latinoamericana para mejorar la productividad, reducir los costos (especialmente en alimentación) y efectivizar la extensión agrícola.
Adicionalmente la necesidad de explorar opciones para diferenciar un sector que por su naturaleza se categoriza como commodity, donde el precio es el único factor que mueve la compra. ¿Es posible “des-comoditizar” el sector lácteo?, ¿hay referencias de otros sectores de la agricultura que hayan hecho esto?, ¿qué se requeriría para lograrlo y que tan realista es cumplir con estos requerimientos? Estas son las principales preguntas que dirigen este artículo.
REFERENCIAS DE COMMODITIES EN AGRICULTURA QUE SE HAN DIFERENCIADO.
El caso del café en Costa Rica es interesante para estos propósitos. Desde la década de los 90´s del siglo pasado, el Instituto Costarricense del Café ha establecido una estrategia que hace énfasis en:
- Mejora del paquete tecnológico
- Atención de la calidad en toda la cadena (no es diferenciador, es algo obligatorio)
- Establecimiento de segmentos
- Diferenciación por origen, posicionamiento de marca
Esto ha permitido que el precio promedio del café de Costa Rica esté en promedio por encima del precio spot de la bolsa entre 20 y 30 dólares según ICAFE. Aunque esta situación no desliga completamente al “grano de oro” de los vaivenes de las cotizaciones internacionales, si le da un cierto blindaje, un colchón que le permite soportar mejor las frecuentes caídas de precios en este sector. Gracias a esta estrategia, el café costarricense se ha posicionado excelentemente en un mercado exigente que privilegia la calidad por encima de otros elementos.
EL MARCO ESTRATÉGICO.
Según Michael Porter (1989), se pueden establecer 3 estrategias genéricas en los negocios o sectores: – por costos, – por segmentación, – por diferenciación. En el primer caso, que funciona idealmente para commodities, se busca minimizar el costo del proceso para entregar un producto al precio final más bajo posible con respecto a los competidores. En el segundo caso se busca seccionar el mercado para escoger el grupo de clientes al que mejor se le puede servir, dados los atributos del negocio o sector que se maneja. Finalmente, el último tipo de estrategia está vinculado con darle un valor agregado que diferencie el producto o servicio del resto de los competidores. En la práctica se puede decir que un negocio o sector puede combinar las tres para establecer ventajas competitivas.
TENDENCIAS QUE PUEDEN ORIENTAR LA DES COMODITIZACIÓN DEL SECTOR LÁCTEO.
Según García y Alderete (2006), citados por Teresa Qüesta de la Universidad de Rosario, Argentina, en el sector alimentario lo primero es garantizar que las propuestas de valor cumplan con los requisitos mínimos que ha establecido el mercado (inocuidad, estandarización, etiquetado conforme la ley, etc.). Qüesta señala algunos ejemplos de descomoditización de materias primas, como soja y girasol con alto contenido oleico, o de productos terminados con ingredientes adicionales, o con atributos que mejorarán su presentación, o con determinación de orígenes. En todo caso es un esfuerzo de la cadena completa, teniendo siempre al mercado como “driver” o generador.
Castellano y Goizueta (2013) señalan para el caso de Argentina una reducida capacidad endógena para el desarrollo de innovaciones en la cadena láctea, lo cual puede ser extrapolado al resto de la región. Pero para dejar claro el lenguaje que se está usando sobre este particular, se hace referencia al Manual de Oslo (OCDE, Eurostat, 2005), que clasifica las innovaciones así:
- De producto: introducción de un bien nuevo, o significativamente mejorado, en cuanto a sus características o al uso al que se destina.
- De proceso: introducción de un proceso de producción o de distribución nuevo, o significativamente mejorado.
- De mercadotecnia: la aplicación de un nuevo método de comercialización (cambios significativos del diseño o el envase de un producto).
- De organización: introducción de un nuevo método organizativo en las prácticas, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores de la empresa.
Adicionalmente, el Manual de Oslo cita que el valor agregado es la adición de valor económico que se incorpora a las materias primas o bienes intermedios en las diferentes etapas del proceso productivo hasta la compra. Los actores de cada fase realizan sucesivas transformaciones físicas y/o intangibles (como el conocimiento tecnológico) en todos los eslabones. Finalmente, Castellano y Goizueta en 2011 citan a Dunn (2006) para indicar que el “upgrading” es la innovación que incrementa el valor agregado.
De las veintiuna firmas lácteas argentinas que Castellano y Goizueta entrevistaron en su estudio de 2013, se encontró lo siguiente:
- Solo las 6 empresas grandes entrevistadas tienen actividades de investigación, desarrollo e innovación propiamente dichas.
- Se dan estrategias de innovación en proceso y productos, adaptando tecnologías maduras y validadas (caso de las pequeñas), sobre todo en equipamiento (muy poco en realmente generar productos novedosos).
- Para empresas medianas, la tendencia es más agresiva en la inversión de equipamiento apropiado para mejorar procesos.
- En las empresas grandes la innovación también se centra en equipamiento, pero para leches fluidas se han dado esfuerzos con el tema de la ultrapasteurización y empaque apropiado.
- Los yogures y postres también han sido enfocados por las empresas medianas y grandes encuestadas, con el tema de agregados y tipos de presentación.
- En innovaciones organizacionales, las medianas y grandes han hecho algunos esfuerzos para lograr implementar softwares que a nivel general o específico mejoren la gestión, especialmente en los esfuerzos de estandarización y gestión de la calidad y del medioambiente.
- La filtración por membranas, biotecnología y nanotecnología son las alternativas tecnológicas que las encuestadas señalan como alternativas para el valor agregado e innovación.
En general el estudio concluye que el sector lácteo en Argentina es tomador de tecnologías básicas, aunque existe mucho potencial.
FUENTES DE OPORTUNIDADES EN INDUSTRIA ALIMENTARIA SEGÚN INBIA
El Internatinal Business Innovation Association (INBIA), de gran prestigio en Estados Unidos, estableció en 2015 una lista de las tendencias que pueden ayudar a conducir la innovación en la industria alimentaria en general. En una primera instancia, se establecen experiencias de vida para el cliente, relacionadas con distintos tópicos. Con base en estas experiencias, una empresa o sector puede ofrecer:
- Valor agregado (specialty foods), que exprese calidad, innovación y/o estilo en su categoría.
- Marketing experimental en food service y retailers, donde no se venden productos, sino experiencias.
- Diferenciación del producto como algo exótico, étnico, artesanal, experimental, único!
- Valor a través de frescura.
- Valor a través de productos o servicios locales.
- Valor a través de productos de conveniencia.
- Valor a través de compromiso con responsabilidad social y ambiental.
- Valor a través de alimentos funcionales y saludables.
Lo importante al final es el USP (unique selling proposition) propuesto. Este es el factor o consideración que presenta un negocio o sector para justificar a su mercado que su producto o servicio es: diferente a los competidores o mejor que el de los competidores. Para lograr esto se deben responder a las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es el concepto del producto?
- ¿Cómo se presenta este frente a los demás?
- ¿Por qué es único?
- ¿Qué problema resuelve?
- ¿Cuáles son los beneficios que ofrece el producto?
CONCLUSIÓN
Se puede concluir que los productos lácteos no pueden cambiar en su totalidad hacia un esquema distinto al del commodity, sobre todo en países donde el volumen de producción es altísimo, como en Argentina y Uruguay. La investigación debe buscar en este sentido innovaciones en el área técnica, para aumentar los rendimientos y bajar mucho más los costos.
Sin embargo, el sector lácteo puede y debe emular a otros commodities como el café, que ha podido crear una cantidad importante de nichos para ofrecer un producto “descomoditizado” que presenta un mayor valor al mercado. Para esto, el desarrollo tecnológico también debe ir de la mano con las tendencias actuales en el área de alimentos, para diversificar la cartera de productos en la región y desligar un porcentaje de la producción de los vaivenes de las cotizaciones internacionales de los lácteos.
Sistematizar los procesos de innovación y de generación de valor en el sector lácteo es una tarea de los productores, la industria, los gremios y los gobiernos. Principalmente las empresas, sin importar su tamaño, deben destinar un porcentaje de sus ventas netas para desarrollar investigación. Se pueden crear grupos empresariales colaborativos que desarrollen hits comerciales a partir de la investigación de manera conjunta, buscando el beneficio de todo el sector. Esto abarataría el costoso proceso de investigación y desarrollo de tecnología y nuevos productos.
No se debe olvidar en este sentido el papel importantísimo de la academia, que debe involucrarse de lleno en esta tarea, pues no se percibe un involucramiento agresivo de las universidades de la región, especialmente en Centro América, para contribuir a que este esquema pueda ser funcional. Los restos son importantes, pero existe la capacidad para levantar un sector tan importante desde el punto de vista económico y de la seguridad alimentaria, como lo es lácteo.