Asegurar el éxito académico en ZAMORANO requiere de una comunidad de apoyo. Aquí nos preocupamos no solo que nuestros estudiantes den lo mejor de sí en sus estudios, sino que cultiven las virtudes que les ayudarán a conectarse con las demás personas y aportar a las necesidades que se encuentren a su alrededor. El equipo de orientación de este año está conformado por hombres y mujeres que conmovidos por lo que recibieron cuando llegaron por primera vez a ZAMORANO, han decido hacer lo mismo con otros. Ellos son el primer grupo de apoyo de la clase 2021:
“Me acuerdo que cuando llegué el año pasado, no sabía nada de español. Si no hubiera habido una orientadora que sabía hablar francés hubiera andado perdida aquí. Eso me dio fuerza para ser orientadora, para ayudar a los demás. Alguien que fue orientador me ayudó, y ahora yo quiero hacer lo mismo”.
God Jean, segundo año (Haití)
“Esta es una experiencia que la quería vivir. El año pasado lastimosamente no lo pude hacer, pero tenía una nueva oportunidad este año. Quería dar lo que cuando yo necesité recibí. Me dieron ayuda, me orientaron”.
Anita Paz, tercer año (Honduras)
“Quería ser un apoyo para los de primer ingreso porque uno lee cómo es la vida en ZAMORANO, lee las reglas, escucha de vida estudiantil pero no sabe realmente como son las cosas. Cuando uno ve a un orientador se siente tranquilo porque con confianza le puede hacer preguntas. Me parece bonito ser parte de eso”.
Mónica Osorio, tercer año (Honduras)
“Es mi segunda vez de orientador. De venir el año pasado me nació venir este año también. Me gustó venir a ayudar a la gente”.
José Molina, tercer año (Honduras)
“Creo que este servicio debe ser recíproco. Yo recibí ayuda en primer año, ahora la doy. Es nuestra responsabilidad el que los nuevos estudiantes conozcan como movilizarse en el campus y que sepan que tienen un apoyo de alguien”.
Bolívar Arias, tercer año (Ecuador)
“Cuando yo entré me di cuenta lo importante que fue que orientadores me mostraran donde quedaba todo en el campus, así, la primer semana de clases no perdía tiempo. Este año me nació colaborar en eso”.
Cesar Vega, segundo año (Ecuador)
“En mi primer año, yo llegué en la tercera semana, y aún en ese tiempo los orientadores me apoyaron. Luego decidí hacer lo mismo por otros”.
Jaelene Loor, segundo año (Ecuador)
“Al llegar a ZAMORANO yo tenía miedo, pero encontré ayuda, no solo me decían donde quedaba cada cosa sino que me aconsejaron: que siguiera las normas, que me alimentara bien todos los días para tener energía… también se formaron lazos de amistad”.
Daniela Chavez, tercer año (El Salvador)
“En ZAMORANO la vida es completamente diferente, es un internado, es un horario diferente, compañeros diferentes, entonces necesitas una orientación. Es más fácil aprenderlo de alguien que lo ha vivido. Decidí ser orientadora por el ejemplo que recibí en mi primer año cuando llegué”.
Gracia Puerto, tercer año (Honduras)